La Biblioteca de Catalunya tiene sin catalogar 2.500.000 documentos
• Libros, manuscritos y grabaciones se acumulan en diversos almacenes
La Biblioteca de Catalunya (BC) necesita ocho millones de euros para poner al día sus depósitos, para catalogar los documentos que, por falta de espacio o de personal, se acumulan en los almacenes desde la década de los años 80.
Además de intentar recuperar el tiempo perdido, Dolores Lamarca, directora del equipamiento cultural desde febrero pasado, quiere acercar al ciudadano las instalaciones, en cierta manera poco utilizadas: el carnet de usuario será gratuito (hoy cuesta seis euros) y se entregará sin el aval del profesor o investigador que se exige hasta ahora.
Lamarca ha llegado a la biblioteca más emblemática de Catalunya tras pasar, primero, por el Servicio de Biblioteques de la Generalitat, y los últimos 19 años por la dirección de la unidad que agrupa las 23 bibliotecas de la Universitat de Barcelona. La directora vincula el futuro de la BC a un plan estratégico --redactado con anterioridad a su toma de posesión--, pero aún no en marcha, que prevé actuaciones hasta el 2008.
A corto plazo, Lamarca juzga necesario catalogar y poner al alcance del usuario los documentos inmovilizados y dar más espacio al histórico recinto de la calle del Hospital, "muy bonito, pero poco funcional".
La BC depende de la Conselleria de Cultura, pero el edificio que ocupa, y todo el recinto de la Santa Creu de la calle del Hospital, pertenece al Ayuntamiento de Barcelona.FONDOS INUTILIZADOS La biblioteca tiene tres millones de documentos --libros, manuscritos, grabaciones--, pero el catálogo de uso sólo incluye 500.000; los 2,5 millones restantes están en los almacenes, algunos consultables, pero no localizables en el catálogo que incluye la web.
El Teatre Nacional de Catalunya acoge también un almacén "informal" de la BC, con cajas de libros no archivados y varios fondos privados, como los casi 50.000 documentos de la agente literaria Carmen Balcells, aún no procesados.
Un material valioso, pero inutilizado.
La catalogación del material almacenado exige una inversión de ocho millones de euros --no aprobados por la conselleria--, coste de un trabajo que puede hacerse con personal propio o con la contratación de empresas especializadas, la opción más probable, según Lamarca.
La endémica falta de espacio de la biblioteca se paliará, en parte, con la ocupación, el año próximo, de la Escola d'Arts i Oficis --frente a la Biblioteca de Catalunya--, que cambia de sede, y el traslado a ese edificio de los servicios que ahora se encuentran en Villarroel-Diputació. La localización en un mismo recinto de todas las dependencias de la biblioteca permitirá racionalizar el trabajo y agilizar el funcionamiento diario.
El objetivo final es reducir el tiempo de entrega de los materiales solicitados por el usuario --en su mayoría, estudiantes e investigadores--, mejorar los sistemas de consulta --en diciembre se activará una nueva web-- y aumentar el número de visitas, 40.000 al año. "Muy pocas para una biblioteca de esta importancia".
En: El Periódico, p. 79 (03-nov-2004)
La Biblioteca de Catalunya (BC) necesita ocho millones de euros para poner al día sus depósitos, para catalogar los documentos que, por falta de espacio o de personal, se acumulan en los almacenes desde la década de los años 80.
Además de intentar recuperar el tiempo perdido, Dolores Lamarca, directora del equipamiento cultural desde febrero pasado, quiere acercar al ciudadano las instalaciones, en cierta manera poco utilizadas: el carnet de usuario será gratuito (hoy cuesta seis euros) y se entregará sin el aval del profesor o investigador que se exige hasta ahora.
Lamarca ha llegado a la biblioteca más emblemática de Catalunya tras pasar, primero, por el Servicio de Biblioteques de la Generalitat, y los últimos 19 años por la dirección de la unidad que agrupa las 23 bibliotecas de la Universitat de Barcelona. La directora vincula el futuro de la BC a un plan estratégico --redactado con anterioridad a su toma de posesión--, pero aún no en marcha, que prevé actuaciones hasta el 2008.
A corto plazo, Lamarca juzga necesario catalogar y poner al alcance del usuario los documentos inmovilizados y dar más espacio al histórico recinto de la calle del Hospital, "muy bonito, pero poco funcional".
La BC depende de la Conselleria de Cultura, pero el edificio que ocupa, y todo el recinto de la Santa Creu de la calle del Hospital, pertenece al Ayuntamiento de Barcelona.FONDOS INUTILIZADOS La biblioteca tiene tres millones de documentos --libros, manuscritos, grabaciones--, pero el catálogo de uso sólo incluye 500.000; los 2,5 millones restantes están en los almacenes, algunos consultables, pero no localizables en el catálogo que incluye la web.
El Teatre Nacional de Catalunya acoge también un almacén "informal" de la BC, con cajas de libros no archivados y varios fondos privados, como los casi 50.000 documentos de la agente literaria Carmen Balcells, aún no procesados.
Un material valioso, pero inutilizado.
La catalogación del material almacenado exige una inversión de ocho millones de euros --no aprobados por la conselleria--, coste de un trabajo que puede hacerse con personal propio o con la contratación de empresas especializadas, la opción más probable, según Lamarca.
La endémica falta de espacio de la biblioteca se paliará, en parte, con la ocupación, el año próximo, de la Escola d'Arts i Oficis --frente a la Biblioteca de Catalunya--, que cambia de sede, y el traslado a ese edificio de los servicios que ahora se encuentran en Villarroel-Diputació. La localización en un mismo recinto de todas las dependencias de la biblioteca permitirá racionalizar el trabajo y agilizar el funcionamiento diario.
El objetivo final es reducir el tiempo de entrega de los materiales solicitados por el usuario --en su mayoría, estudiantes e investigadores--, mejorar los sistemas de consulta --en diciembre se activará una nueva web-- y aumentar el número de visitas, 40.000 al año. "Muy pocas para una biblioteca de esta importancia".
En: El Periódico, p. 79 (03-nov-2004)
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