martes, agosto 16, 2005

Dictionary of American Ethnography


En la primera década del siglo XX, un antropólogo neófito estaba coleccionando relatos de antiguas tradiciones entre los pobladores nativos del suroeste del continente americano. Su objetivo era dejar constancia escrita de una serie de tradiciones, casi exclusivamente orales, antes de que se desvanecieran en el olvido de forma definitiva. Los nativos americanos más jóvenes habían perdido buena parte de su vinculación con su herencia cultural, de ahí que el antropólogo en cuestión concentrara su interés en los miembros más ancianos de la tribu. Cierto día se encontraba sentado a la entrada de una cabaña en compañía de un informador muy avispado y dispuesto aprestar su colaboración a pesar de lo avanzado de su edad.

- Hábleme sobre las ceremonias con que sus antepasados celebraban el nacimiento de un niño. inquirió el antropólogo -
- Un momento, por favor - respondió el informador
El viejo indio se adentró con parsimonia en las oscuras profundidades la cabaña. Tras un intervalo de un cuarto de hora reapareció con una descripción notablemente útil y detallada de los ceremoniales postpartum, incluyendo rituales relacionados con la ruptura de aguas, el nacimiento en sí, el seccionamiento del cordón umbilical, el primer llanto y la primera inspiración fuera ya del claustro materno.
Estimulado por el interesante relato y tomando febriles notas del mismo, el antropólogo fue siguiendo sistemáticamente la lista completa de ritos que jalonaban la vida de todo nativo, pasando por toda la pubertad, el matrimonio, el parto y la muerte. Ante cada nuevo tema, el informador desaparecía durante unos minutos para volver a salir de su tienda un cuarto de hora después con un amplísimo conjunto de datos y respuestas. El antropólogo estaba asombrado.
“Quizá –pensaba- habrá dentro alguien de más edad, tal vez enfermo y postrado en cama, a quien consulte.” -
Cuando no pudo resistir por más tiempo la tentación y reunió el suficiente coraje para hacerlo, le preguntó a su informador qué hacía dentro de la cabaña cada vez que entraba. El viejo sonrió, se retiró al interior de la tienda una vez más y al cabo de unos instantes regresó llevando consigo un manoseado volumen del Dictionary of American Ethnography, que había compilado un grupo de antropólogos la década anterior. El anciano indio debió pensar, el pobre hombre blanco está ansioso por saber, es bienintencionado e ignora muchas cosas. No debe tener una copia de este maravilloso libro que registra todas las tradiciones de mi pueblo. Le contaré cuanto ahí dice.[1]
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[1] Sagan, Carl, 1934-1996. El cerebro de Broca : reflexiones sobre el apasionante mundo de la ciencia. -- Barcelona : Crítica, 2004. -- 334 p. -- (Biblioteca de bolsillo ; 10)