viernes, diciembre 22, 2006

Atracción fatal*

Otra vez lo he vuelto a hacer. Tengo que confesar que no puedo resistirme a ello. Es una fuerza que me arrastra con una intensidad que paraliza mis sentidos y no me deja pensar ni ver más allá.

A lo largo de mi vida he estado expuesta a ello siempre por propia voluntad, pero podía controlar mis instintos. Dominaba mi cuerpo y mi mente, era capaz de dar órdenes concisas a mi cerebro y de decir "basta".

Con el paso de los años lo que inicialmente era una tentación ocasional digamos que se ha convertido en un deseo irrefrenable, y ahora no tengo mas remedio que confesar que soy adicta a ello.

Si, sucumbo a sus encantos con una rendición total, pierdo la noción del tiempo y hasta me causa un placer cada vez mas intenso hacerlo. Incluso robo tiempo a mis obligaciones para buscar con ansias desesperadas el objeto de mi secreta pasión, que no es otra que la de poseerlo, devorarlo con avidez, recreándome en los momentos mas sutiles y dejándome llevar de manera incontrolada en el corto espacio que sé que me llevara hasta el final.
Me estoy refiriendo, como no podía ser de otra manera, a mi relación con la lectura y esos lugares para mis paradisíacos que son las librerías.


Sin duda alguna, lo que me llevaría a una isla desierta (pregunta harto insinuada por alguien en algún momento de nuestras vidas) son libros... muchos libros. Libros que me transportan en el tiempo, que me hacen vivir en otras personas y que siempre, siempre son fieles amigos que están a tu lado cuando los necesitas.

La palabra escrita, cuando no burda, siempre me ha merecido respeto y admiración, pese a que con todo esto de la era cibernáutica ya no necesitemos el soporte que hasta ahora era el papel. Aunque personalmente pienso que nada puede equipararse al placer que produce el pasar las páginas una a una para ir adentrándose en una trama cada vez más interesante, devorando las letras y deleitándonos con ello.

Si tuviera que catalogar algo como "pecado" sin duda alguna sería abrir un libro por la última página para ver como acaba antes de empezarlo. Y si además tuviera en mis manos el poder de elegir cual hubiera sido la "tentación" que nos expulso del paraíso cambiaría la manzana con la que Eva tentó a Adán por... un libro.
Dedicado al amigo que hoy se quedó esperándome diez minutos después de la hora convenida por que no fui capaz de salir de la librería adonde entré para hacer tiempo, dado que llegue diez minutos antes… de la hora


* Tomado de: Las Manzanas de Eva (Blog)